jueves, 23 de enero de 2014

Características y fuentes de la innovación técnica: contextos de uso y de reproducción

Como se explicó en el curso anterior (Informática 2, Bloque I), la ciencia
y la tecnología forman una espiral constructiva en la que algunos
inventos científicos son empleados para mejorar los sistemas tecnológicos
existentes. Al incremento significativo de la eficacia o eficiencia
de algún aparato tecnológico se le llama innovación, porque aporta
algo nuevo a lo ya existente. Por ejemplo, la sustitución de la fuerza
humana y animal por la mecánica fue posible gracias a una serie
de innovaciones técnicas que se extendieron por Inglaterra a lo
largo del siglo xviii. Los conceptos científicos en los que se basaban
ya eran conocidos desde hacía siglos; la novedad radicó en la aplicación
de esos conocimientos ya existentes a la producción de bienes
materiales. La Primera Revolución Industrial es un ejemplo claro de
innovaciones técnicas; los principales campos en los que se produjeron
las innovaciones fueron el de la energía (máquina de vapor de
Watt), el textil (hilado y tejido del algodón), la metalurgia (altos hornos)
y los transportes (locomotora de Stephenson).
La incorporación de las máquinas a la producción sustituyó la labor
manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos.
El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido
número de operarios, a las fábricas donde máquinas y obreros fueron
agrupados en grandes concentraciones.
La división del trabajo derivó en un notable incremento de la productividad,
así como en la disminución de los costos de fabricación,
lo que redundó, a su vez, en la disminución de los precios y en el
crecimiento del número de consumidores.

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